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...Mientras Vivimos...

Predisposición y alevosía...

Esta noche se ha producido uno de los rituales más típicos ante el estreno de una película como "Mar adentro". Tengo que decir que es sensacional, me ha gustado un montón, sobretodo la interpretación de Bardem, que pienso que lo borda.
Pero como estaba diciendo, la noche se podía prever. El primer paso es estar planeando desde por la mañana, que por la ncohe vas a ir al cine a ver a gran película. Todos revolucionados durante todo el día, para ver quien es el que a media tarde con los 40 grados va hasta el cine a por las entradas, porque sino no te sientas ni en el pasillo. Pues bien, esta vez le ha tocado a María. Una vez hemos quedado, lo cual conlleva también un buen tiempo, pá 4 gatos que somos como digo yo, estaba todo claro, a las 10 en el cine Alcazar.

De antemano sabes lo que vas a ver, porque eres consciente de que no te llevarás ninguna sorpresa, ya que por saber sabes hasta el final de la película antes de poner el pie en la sala. Pues bien, en la puerta del cine, la gente empuja en la cola, aún sabiendo que los asientos están numerados, y que nadie se te va a colar ni nada de eso, pero es importante meter presión, o al menos eso es lo que suele pasar.
Otro paso es una vez que has entrado a la sala, con medio paquete menos de palomitas de los empujones, y has localizado la fila donde te tienes que sentar. Para mala suerte, se te sienta una chica delante, pero no una chica cualquiera, sino aquella que ese día ha pensado hacerse la coleta más alta de toda su vida, todo eso para que tu no veas ni un pimiento desde detrás, y más las que somos más chiquititas de estatura xddd que si lo llego a saber cojo un taburete de esos de los niños.

¿lo siguiente?, está clarísimo, las luces se apagan y solo se oyen risillas, cometarios, y bromas, pero sabes que en un rato los sonidos serán muy distintos, y no porque seas adivina, sino porque se puede ver venir ya. Y efectivamente, a la hora solo se oyen las cremalleras de los bolsos abrir y cerrar, los paquetes de kleenex, y alguna vocecilla que otra diciendo ¿tienes uno?¿me puedes dar otro a mí?, sin que falte por supuesto el sonidillo que producimos al llorar. El caso es que al final acabas con dos lagrimones gigantes, y riendote a la vez de ver a situación, todos llorando con una pena terrible, y lo peor es que ya sabían que iban a llorar xddd.

Pero bueno, como yo soy una de las lloronas más grandes que hay sobre la tierra, solo decir que la película merece la pena verla, asi que ya sabeis. Os dejo aquí una frase de la misma, que me ha gustado bastante.

"Cuando no puedes escapar, aprendes a llorar riendo"

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